Una de las situaciones más comunes relacionadas con la salud y que escucho todo el tiempo es la de la alergia. Alergias a ciertos alimentos, a condiciones naturales, a sustancias en el aire, a medicamentos...
En fin, todo el mundo parece tener una condición especial que lo hace susceptible al contacto o la ingesta de ciertos productos. Las alergias de tipo respiratorio son las más frecuentes y, aunque muchos se nieguen a creerlo, una de las causas principales se encuentra en la alimentación.
Antes de entrar a los remedios naturales para combatir las alergias, quiero marcar la diferencia entre una condición alérgica y la intolerancia. Hablamos de alergia cuando el sistema inmune reacciona ante sustancias inofensivas (alérgenos) como si fueran gérmenes, liberando histamina e inmunoglobulina, las cuales son sustancias que pueden provocar flujo nasal, estornudos, comezón o sarpullido. Si hablamos de alergia a ciertos alimentos, el cuerpo reacciona de manera desfavorable y crea una condición de rechazo que puede manifestarse de diversas maneras. El cuerpo se vuelve sensible al contacto de esa sustancia y busca la forma de sacarla del sistema. Sin embargo, la intolerancia se traduce en la incapacidad del organismo de digerir o procesar ciertas sustancias. Cuando se trata de lo segundo, no hay nada que hacer. Sencillamente, hay que retirar del sistema todo contacto con la sustancia a la que se es intolerante; pero si estamos seguros de que se trata de una alergia, hay ciertos cambios en la alimentación y estilo de vida que pueden ayudar.
Una de las grandes sorpresas con las que me encontré al estudiar el programa de Consultoría de Salud y Nutrición en la escuela de Integrative Nutrition en Nueva York, fue descubrir que los lácteos tenían gran culpa de mis alergias y mi rinitis durante mi época temprana de adolescencia y aún como adulta temprana. Toda la vida comiendo lácteos en cantidad y el hecho de haber crecido en el seno de una familia en la que el queso, el yogurt y los derivados de la leche eran prioridad en la lista de compras; me hacía algo incrédula sobre esta posibilidad. Pero les cuento que es totalmente cierta. La leche, sobre todo la proveniente de la vaca, tiene un alérgeno que puede reproducirse en algunos seres humanos y en otros no. Por lo general, una persona que sufra del típico cuadro de alergia respiratoria como nariz aguada, picazón o enrojecimiento en los ojos, estornudos, problemas para respirar e incluso cuadros de asma, va a mejorar considerablemente al eliminar por un tiempo o reducir el consumo de lácteos.
Los lácteos son grandes productores de flema en el cuerpo, aparte de ser los causantes de la inflamación que es la respuesta a muchas enfermedades. Si revisamos la Medicina Tradicional China y la Ayurveda, nos damos cuenta de que el lácteo no forma parte integral del menú. Sí, aunque no lo creas, existen personas que no comen nada de lácteos o los han probado muy poco. Sin embargo, quiero decirte que los extremos son muy malos. Usando mi cuerpo como un laboratorio personal, di un paso más en la búsqueda de mi salud integral y me volví vegana. Ya era vegetariana desde temprana edad; así que lo que hice fue retirar del todo los lácteos de mi dieta. Mis problemas respiratorios desaparecieron y los fuertes dolores menstruales fueron cosa del pasado. Me sentí excelente, feliz, sin alergias de ningún tipo. Por muchos años no he padecido de gripes ni resfríos. Pensé haber descubierto la panacea... Casi un año más tarde, comencé a sufrir de problemas con los niveles de progesterona en mi cuerpo, lo que hizo que tuviera incómodos desarreglos menstruales. Ahí entendí que, aunque mi mente se empeñara, mi cuerpo quizás no estaba del todo preparado para ser vegano en un ciento por ciento. Ahora logré de nuevo el equilibrio al incorporar pequeñas cantidades de lácteos de buena calidad. Mi salud es excelente y mis niveles de energía también. Aparte de que ya no sufrí más de problemas con la menstruación y las alergias, y la rinitis no han vuelto a mi vida.
Comparto con ustedes mi historia personal para que entiendan que no hay extremos ni una regla concreta para interpretar nuestra salud. Como siempre digo, usa tu cuerpo como un laboratorio personal y prueba diversos alimentos. No te conformes con pensar que "heredaste" alguna condición de sensibilidad. Las enfermedades NO se heredan. Lo que ocurre es que repetimos patrones de conducta de nuestros abuelos o padres y repetimos los mismos resultado en nuestro cuerpo.
Pero si eres de los que cree que necesita antialérgicos todo el tiempo, intenta estos sencillos consejos a ver cómo te va:
· Mejora la calidad de tu alimentación. No hay negociación en esto. Hay que comer vegetales verdes y frescos. Las verduras y hortalizas en su estado natural y crudo ayudan al proceso de digestión y fortalecen el sistema inmunológico... y si tienes grandes defensas, no habrá alérgeno que pueda afectarte. También es bueno que reduzcas o elimines por un tiempo los lácteos de tu dieta si eres una de esas personas que no pueden vivir sin un trozo de queso o un vasito de yogurt.
· Ejercítate al aire libre. Sé que los gimnasios puedes ser tentadores para un grupo de personas; sin embargo, lo mejor es abrir tus pulmones y recibir aire puro, fresco, mejor si es en la mañana, pues también te estarás beneficiando de los rayos del sol. Inhala por la nariz y exhala por la boca. Esto también ayudará a aumentar tu energía.
· Implementa el uso de la Olla Neti (Neti Pot). Si tus alergias nasales son insoportables, puedes comprarte este sencillo dispositivo para lavar tus fosas nasales. Sólo prepara una solución salina casera o utiliza los sobrecitos que trae la olla con agua tibia e introduce un poco de agua por una fosa nasal al tiempo que exhalas con fuerza para que el agua salga por la otra fosa de tu nariz. De esta manera, limpiarás el interior de la nariz de cualquier residuo que pueda estar provocando tus molestias nasales.
http://www.miamidiario.com/noticia/322041
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