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Para reducir la mortalidad materna en las comunidades indígenas de México, la directora general de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), Nuvia Mayorga Delgado anunció que las parteras locales serán capacitadas para hacer el servicio en forma adecuada durante las emergencias. La medida se implementará en los tres estados que enfrentan el mayor número de muertes maternas como son Guerrero, Oaxaca y Chiapas, en los cuales se estima que el 5% de las mujeres mueren por año por falta de cuidados especializados en el momento del parto.Mayorga explicó que con los primeros resultados del proyecto será posible cuantificar la reducción de las muertes. También se construirán las Casas de la Mujer de la CDI para que las parteras atiendan a las indígenas en el trabajo de parto y que por causa de la distancia no pueden llegar a tiempo a un Centro de Salud.
Proyectos de salud basados en la sabiduría milenaria de los indígenas pueden servir de gran valía, teniendo en consideración que la principal carencia de esas poblaciones son los servicios de salud. En el estado de Puebla, por ejemplo, el 53% de los indios no tienen esos beneficios, de acuerdo con datos de los indicadores sociodemográficos de la población indígena de 2010. Los 200.000 existentes en el estado se dividen en siete etnias, todas carentes de servicios de salud, educación, empleo, entre otros, así como casas sin agua, electricidad y con suelo de tierra batida.
De esta forma, además de los proyectos implementados por el gobierno, los propios indios están buscando alternativas para conservar la medicina tradicional de sus tribus, lo que acaba contribuyendo en momentos de emergencia, en la que no es posible llegar a tiempo a un hospital. Ejemplo de esto es que en la localidad de Huauchinango, en el mismo estado de Puebla, diez indios formaron una asociación civil con el fin de romper la inercia de la falta de recursos para preservar sus creencias y saberes. Crearon la Clave Única de Inscripción (Cluni).
Así, cada miembro tendrá un registro fiscal que les permitirá el acceso a programas de apoyo gubernamentales. Ellos también tuvieron su forma de trabajo legalizado y ofrecen consultas en las oficinas de la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), donde atienden a los pacientes como curanderos y parteros, entre otros. Cabe recordar que la idea tomó fuerza en función de lo que ocurrió en 2008, cuando la medicina tradicional fue reconocida como un método complementario de la medicina alopática, y se instalaron lugares en algunos hospitales para la actuación de curanderos y rezadores.
Traducción: Daniel Barrantes - barrantes.daniel@gmail.com
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